Uno como Tomás

Lulú es de El Salvador y vive en Argentina desde 2008. Hace seis años, su madre la animó a rezar a Tomás y Paquita para encontrar a un chico bueno y guapo que la quisiera mucho. La historia tiene final “de perdices” y hoy 14 de febrero, Día de los Enamorados, es un buen momento para publicarlo.

Lulú y Santi, en una foto reciente.

Un día de 2010 mi mamá me llamó muy emocionada: "Ya sé a quién le vamos a pedir por tu chico, Lulú: a Tomás Alvira y a Paquita Domínguez". Me contó que eran un matrimonio que estaba en proceso de canonización y se habían querido mucho. Me dio la estampa y comencé a pedir todos los días por "uno como Tomás". Mi mamá me advirtió: "Llegará cuando tenga que llegar".

El año siguiente fui a la fiesta de un amigo de mi hermano. Estuve hablando con otro amigo de él casi toda la noche. Me pareció muy divertido aunque también que era bastante más pequeño de edad que yo. Después de la fiesta me dijeron que “lo había flechado”, pero a mí no me gustaba.

Me dio la estampa y comencé a pedir todos los días por "uno como Tomás". Mi mamá me advirtió: "Llegará cuando tenga que llegar"

Pasó el tiempo, y el año pasado Santi –que así se llama el chico- me escribió un tweet. Habíamos hablado de quedar un par de veces y me había prometido un café de Colombia desde hacía mucho tiempo pero yo había cancelado la cita. Esta vez fui yo la interesada.

Concretamos y antes de vernos vi una foto de él; pensé qué había sido muy tonta. Fuimos al café, hablamos muchísimo, nos reímos y me dejó en mi casa. Me pareció muy guapo, con grandes proyectos en su vida y no sentí que era más chico que yo. ¿Y ahora?

Recé a Tomás y a Paquita y les dije que les daba nueve días para que pasara algo con este chico o con alguien más. Ya no me gustaba la idea de salir con uno y con otro y que al final la cosa no quedara en nada. Llevaba varios años rezando la estampa y mis amigas iban a dejar de creerme. A muchas les parece imposible vivir un noviazgo cristiano. Me decían: "seguí pensando como pensás, vas a seguir soltera".

Yo también casi, casi comenzaba a dudar de encontrar a alguien que valiera la pena. Así que les pedí esos nueve días con todas mis fuerzas

Yo también casi, casi comenzaba a dudar de encontrar a alguien que valiera la pena. Así que les pedí esos nueve días con todas mis fuerzas. También les dije que si no pasaba nada “me iba a cambiar de santo”.

Para mi sorpresa el noveno día empezamos a salir. Todo lo que pensé en aquel encuentro en el bar se confirmaba cada vez más. Era un chico de diez. En serio no lo digo porque sea mi novio. Pero superó todo lo que me imaginé que podía ser "uno como Tomás".

Salimos dos meses hasta que me preocupé porque no avanzábamos. Nos la pasábamos muy bien y me encantaba estar con él, pero no me quería convertir en “su amiguita”. Entonces les volví a pedir algo concreto: que me preguntara si quería ser su novia antes que terminara la semana.

Y ahí en Luján le conté de Tomás y Paquita por primera vez. Estaba impresionado, se preocupó un poco y me dijo: “Vos pedís por un santo”

Ese domingo en Misa un sacerdote mencionó que necesitaban gente que fuera a misionar a Angola. A mí siempre me gustó la idea de ir a misionar, entonces le dije bromeando que me quería ir. Me dijo: “vos no te podés ir”. A lo que respondí: “¿por qué no?, si no tengo novio…”.

Después me confesó que en ese momento casi se vuelve loco de pensar que me iba sin él. El viernes de esa semana, 2 de mayo, fuimos a Luján a hacer una romería a la Virgen. Yo le pedí por Santi para que fuera él mi chico.

Y ahí en Luján le conté de Tomás y Paquita por primera vez. Estaba impresionado, se preocupó un poco y me dijo: “Vos pedís por un santo”. Yo le aclaré que quería alguien que tirara de mí para arriba y yo a él, y que pudiéramos luchar juntos.

Hemos pasado unos largos meses muy felices juntos. Sé que lo que estamos viviendo es mucho más de lo que pedí y estoy muy agradecida a Tomás y Paquita

El día siguiente fuimos a cenar. Luego en Puerto Madero me hizo la gran pregunta. Se memorizó el diálogo de Orgullo y Prejuicio bajo la lluvia, cuando Mr. Darcy se le declara a Miss Elizabeth, y yo le respondí lo que ella responde. ¡De película! Encima es mi favorita.

Cuando le dije que sí, sacó la estampa de los Alvira y me dijo: ahora que somos novios recemos esta estampa. La leyó y pidió: “para que seamos fieles, para que cada día nos queramos más, para que Dios esté siempre en medio de los dos y para que si Él quiere formemos una familia como la de los Alvira, un hogar luminoso y alegre”. Estaba tan impactada que sólo dije: “Así sea”.

Hemos pasado unos largos meses muy felices juntos. Sé que lo que estamos viviendo es mucho más de lo que pedí y estoy muy agradecida a Tomás y Paquita, que ya son parte de nuestra relación. También queremos contagiar a nuestros amigos la alegría de vivir un noviazgo cristiano.

Recientemente empecé otra novena para que Santi me propusiera matrimonio. Lo hizo el viernes, día de la Virgen de la Medalla Milagrosa

Recientemente empecé otra novena para que Santi me propusiera matrimonio. Lo hizo el viernes, día de la Virgen de la Medalla Milagrosa. ¡Estamos felices! Ya tenemos fecha. La ceremonia religiosa será el 16 de julio de 2016 en El Salvador, y la civil –porque acá hay que hacerlo por separado- tiene que ser un mes antes en Buenos Aires, así que la fecha muy probablemente será el 16 de junio. ¡El aniversario de boda de Tomás y Paquita!