Superamos la meta

Desde el principio encomendé “el negocio” a Dora. Pero parecía que los asistentes se resistían a inscribirse, a cinco días de la cita...

Organizamos una cata maridada para dar a conocer las actividades de un centro cultural y reunir fondos para financiar unos arreglos que había que realizar en este sitio. El profesional que habíamos contratado, al conocer los fines del evento, sugirió doblar el número de asistentes que habitualmente admite y conseguir más cajas de vino para vender ese día.

Desde el principio encomendé “el negocio” a Dora. Pero parecía que los asistentes se resistían a inscribirse, a cinco días de la cita, no llegábamos a cubrir los gastos. Seguí rogando a Dora.

Finalmente, hubo más gente de la esperada. Tanto es así que agotamos las copas de cata que habíamos preparado y tuvimos que añadir alguna más. Los asistentes disfrutaron mucho, y el maridaje fue perfecto. ¡Gracias, Dora!

M. F. P.