Bajo la guía de los Padres de la Iglesia

Comenzamos en la página web del Opus Dei la publicación de una serie de textos de los Padres de la Iglesia, escogidos para acompañar en la meditación personal.

“Padres de la Iglesia se llaman, con toda razón —escribió san Juan Pablo II en la carta apostólicaPatres Ecclesiae—, a aquellos santos que, con la fuerza de la fe, con la profundidad y riqueza de sus enseñanzas, la engendraron y formaron en el transcurso de los primeros siglos”.

En la sección Padres de la Iglesia, ofreceremos textos seleccionados de san Ambrosio, san Gregorio Magno, san Basilio, san Cipriano, san Cirilo, san Clemente de Alejandría, etcétera, ya que “la Iglesia nunca deja de volver sobre los escritos de esos Padres —llenos de sabiduría y perenne juventud— y de renovar continuamente su recuerdo” (san Juan Pablo II, Patres Ecclesiae). Ya puede consultar, por ejemplo, algunos fragmentos de san Agustín de Hipona.

Los Padres de la Iglesia son esencialmente maestros que nutren a los cristianos con la fe en Cristo

Esta colección no pretende ser, por tanto, una publicación exhaustiva de las obras de los Padres, sino una recopilación de escritos que ayuden a la oración personal y que introduzcan al lector en la riqueza espiritual de los primeros siglos de la Iglesia.

Por qué son “Padres”

Estos pensadores bebieron directamente de las Sagradas Escrituras, de las cartas de los primeros cristianos y de las tradición de la Iglesia naciente. Vivieron entre los siglos I y VI, y contribuyeron de forma determinante a la profundización en la doctrina cristiana.

Antiguamente, la palabra “padre” se aplicaba al maestro, ya que tanto en la Escritura como en la vida de la Iglesia de los primeros años, los maestros eran considerados como los padres de sus alumnos. Como la tarea de enseñar la fe incumbe al obispo, muchos de ellos fueron llamados “padre”, un título que se extendió a otros escritores eclesiásticos de esos primeros seis siglos de la cristiandad. Los Padres de la Iglesia son esencialmente maestros que nutren a los cristianos con la fe en Cristo.