Un dolor de espalda

Tenía dolores en la espalda y empezaba a resignarme, pero encontré el libro de la beatificación del beato Álvaro.

A mediados de enero, un dolor de espalda me tenía un poco paralizado. Me obligó a cojear y a caminar a un ritmo mucho más lento del normal. Como el dolor no cedía, hice el intento de asumir que esas molestias eran previsibles y que eran un signo de mi avanzada edad (¡75 años!).

Decidí ir haciendo limpieza en mi habitación poco a poco, deshaciéndome de papeles y publicaciones que no necesitaba. En una de las primeras bolsas que saqué, encontré el libro que se nos había entregado a los participantes en la beatificación del beato Álvaro y decidí volverlo a leer y revivir la atmósfera del 27 de septiembre de 2014.

Lo dejé cerca de mi cama y, en una ocasión en la que a causa del dolor en la espalda no podía dormir, me puse el libro —que tiene en la portada el rostro de don Álvaro— debajo de la espalda. Sentí un dolor muy agudo que se concentraba en la base de mi columna y que de allí parecía pasar por el libro y por mi cama; luego conseguí darme la vuelta y conciliar el sueño. La situación se repitió durante tres noches seguidas y posteriormente el dolor desapareció por completo. He vuelto a la normalidad e, incluso, ¡puedo bajar corriendo las escaleras!

Creo que el beato Álvaro me ha curado (el problema es que aún tengo que hacer limpieza en mi habitación: quizá uno de estos días don Álvaro me ayude también con esto).

Le he dado el libro y una estampa del beato Álvaro a un amigo que conoce a una persona que sufre todo el tiempo dolores en la espalda. Rezo para que se cure a través de la intercesión de don Álvaro. También estoy pidiéndole por un sacerdote que tiene cáncer. Beato Álvaro, ruega por nosotros.

M. G. (Escocia)

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