El sábado 30 de abril Mons. Gonzalo de Villa y Vásquez, arzobispo de Guatemala, presidió la solemne dedicación de la Iglesia Santa María Reina de la Familia, situada en la plaza central de Ciudad Cayalá.
Como prevé el rito, la ceremonia dio inicio con las puertas de la Iglesia cerradas. Los sacerdotes concelebrantes se acercaron al atrio de la iglesia, donde previamente se habían llevado las reliquias de san Juan Pablo II, el santo Hermano Pedro y san Josemaría, que posteriormente se colocarían en el altar durante la dedicación. “Llenos de alegría, queridos hermanos, nos hemos reunido para dedicar una nueva iglesia, con la celebración del sacrificio del Señor…” inició rezando Mons. Gonzalo de Villa y Vásquez.
Luego Fernando Bolaños, presidente del patronato de construcción en la Asociación Fomento Educativo Cultural (ASFEC), entidad promotora de la iglesia, hizo la entrega de la iglesia al arzobispo metropolitano presentándole una maqueta del templo. En sus palabras recordó el deseo de los promotores que la misión de la Iglesia Santa María Reina de la familia sea principalmente la celebración de los sacramentos, la formación espiritual y también la ayuda social a 12 comunidades de escasos recursos en los alrededores de la zona.
Durante la homilía el arzobispo recordó el significado de la dedicación de una iglesia y de dar lo mejor para el Señor.
A continuación el arzobispo indicó al padre Julio Ortíz, rector de la iglesia, que se podían abrir las puertas de Santa María Reina de la Familia. Un gran aplauso acompañó este momento, y a continuación dio inicio la ceremonia. Durante la homilía el arzobispo recordó el significado de la dedicación de una iglesia y de dar lo mejor para el Señor, así como también la importancia de poner bajo el manto de Santa María la protección de los católicos y de las familias.
A través de una carta de Mons. Edgar Peña Parra, Sustituto de Asuntos generales de la Santa Sede, dirigida a Mons. Gonzalo de Villa, el Papa Francisco envió sus saludos y expresó su unión espiritual en la acción de gracias por la conclusión de los trabajos de construcción de la iglesia Santa María Reina de la Familia, “templo, que está llamado a ser casa de oración y súplica, lugar de adoración, de gracia y de santificación, donde la comunidad acuda para encontrarse con el Dios vivo y verdadero”. Al terminar la ceremonia el Nuncio apostólico en Guatemala, Mons. Francisco Montecillo, transmitió los saludos del Papa e impartió en su nombre la Bendición apostólica.
Con el nombre de este templo se quiere poner a todas las familias de Guatemala bajo el manto y protección de Santa María Reina de la Familia.
El p. Carlos Young, Vicario regional del Opus Dei para América Central, secundó lo mencionado por el Arzobispo metropolitano en su homilía, recordando la importancia de la familia y el bien que puede hacerse desde la iglesia. De hecho, con el nombre de este templo se quiere poner a todas las familias de Guatemala bajo el manto y protección de Santa María Reina de la Familia.
Diez años de construcción
Santa María Reina de la Familia se construyó en dos fases. La primera se concluyó a mediados del 2014, cuando fue construida la Capilla Ferial en la que se realizó la primera celebración litúrgica en julio de ese año. La segunda fase, que contemplaba la construcción de la iglesia, se inició el 15 de agosto del 2019. Poco más de dos años después, con todo y los retrasos y complicaciones derivadas de la pandemia por el Covid-19, la iglesia ha sido terminada. Con las nuevas instalaciones se ampliarán considerablemente todos los programas y actividades que se realizaban desde 2014, siempre al servicio de la Arquidiócesis de Guatemala y, en particular, para las familias que residen en la zona 16 de la ciudad capital y sus alrededores.
Con capacidad para 850 personas, la iglesia de 4,000 metros cuadrados y estilo neoclásico tardío representa la culminación de un proyecto urbano que entiende la relevancia de un espacio para el culto, la educación y obras de caridad.
Un encuentro espiritual
Santa María Reina de la Familia tiene varios objetivos, entre ellos la ayuda social a las comunidades de escasos recursos en sus alrededores. “Desde el 2016 iniciamos con una serie de actividades sociales con las becas escolares y este año iniciamos con las becas universitarias llevando con mucha ilusión a los primeros graduandos a soñar en ser profesionales. Nuestra misión principal es formar almas y mucho pero mucho apostolado sobre todo fomentar en las personas la comunión y confesión frecuente”, explica Lourdes Mendoza, directora ejecutiva de ASFEC.
Santa María Reina de la Familia abre sus puertas, para ser ese punto de encuentro para miles de familias guatemaltecas.